domingo, 13 de octubre de 2013

Harry Potter y la piedra filosofal, de J.K. Rowling


Por: Carlos Alejandro Sánchez Herrera

Este libro es muy bueno, ya que la misma historia hace que te vayas involucrando e identificando con los personajes, que poco a poco se van mostrando alrededor de la trama. También es emocionante y a la vez impactante por todos los conceptos y hechos que suceden en esta novela juvenil.
Harry Potter se ha quedado huérfano y ahora vive en la casa de sus abominables tíos y del insoportable de su primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo ya que ha perdido a sus padres, hasta que un buen día recibió una carta que cambiaría su vida  por el resto de sus días. En esa carta, le comunican que había sido aceptado como alumno en el gran colegio interno de magia y hechicería Hogwarts.
A partir de ese momento, la vida y suerte de Harry Potter da un cambio muy importante, de acuerdo a la vida llena de amargura y rechazo a la cual había estado viviendo durante mucho tiempo. En esa escuela tan especial, la cual es Hogwarts, aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes que se le dan a la magia.
También se convertirá en un buen deportista en la escuela de magia y hechicería consagrándose como el campeón escolar de quidditch -una especie de futbol aéreo que se juega montado sobre escobas en el cual los puntos se ganan si metes una pelota dentro de la portería o si tomas la pelota voladora dorada con la cual ganas el partido-, y tendrá muy buenos amigos, aunque también conocerá a algunas personas que son muy temidas en el reino de la magia, para lo cual entrenará Harry para proteger a Hogwarts de cualquier cosa que pueda suceder.
Pero sobre todo, conocerá los secretos que rodean su vida y los cuales le permitirán saber todo lo que está escrito en su destino, el cual ya había sido escrito desde que nació.
Pues a primera vista, Harry no es una persona común y corriente como cualquiera que nace en el mundo.
¡Él es un verdadero mago!
 

   

 


Mario Vargas Llosa “Travesuras de la Niña Mala”

Por: Pedro Conde Ortiz Hernández.

En esta novela, Vargas Llosa nos narra una historia de amor, un amor que llega a ser torturante y enfermizo para el protagonista, pero donde también ocurren muy buenos momentos.
La historia trata sobre Ricardo Somocurcio, un joven de quince años, habitante de la ciudad de Lima, en Perú.  Él conoce casualmente a una chica bastante distinta en su forma de ser a las demás, que se distingue por su atrevida forma de vestir, hablar y actuar, algo no bien visto en la sociedad de ese tiempo, principios de los años cincuenta. Poco a poco, Ricardo se va adentrando en la vida de esta chica, de supuesto origen chileno y llamada “Lily”, pero al mismo tiempo se va dando cuenta de que ella es algo “extraña”, pues su personalidad no es nada parecida a las demás chicas del lugar y la época. En un mal día, Ricardo deja de ver a Lily durante mucho tiempo, despareciendo de una manera espontánea y sin oportunidad de que pudiera despedirse de ella.

Ricardo siempre tuvo un sueño desde la infancia: Vivir en París. Tras muchos años de espera, el destino lo llevó hasta ese lugar, y pudo ver su sueño realizado. Trabaja como traductor en la Unesco, y más tarde como intérprete. Sin embargo, en este lugar, a miles de kilómetros de su tierra natal y tras varios años de haber ocurrido, inesperadamente se encuentra a una chica muy peculiar, con una personalidad alegre y burlona, que le parece conocida. Ella era “la niña mala”, en el lugar y momento menos imaginados…

La vida de Ricardo transcurre viajando a varias ciudades como Londres o Tokio, estableciéndose en éstas por motivos laborales, y en todas ellas acontecen inimaginables sucesos con estos dos personajes.

Travesuras de la niña mala no es como cualquier otra historia de amor. Ricardo muestra a lo largo de cuarenta años un enfermizo enamoramiento hacia la niña mala (cuyo verdadero nombre lo descubre después de varias décadas) a tal punto de parecer una obsesión. Él recibe burlas, rechazos, desprecios, humillaciones por parte de ella, y a pesar de todo, le sigue sintiendo afecto, aunque debido a la personalidad indomable de la niña mala nunca sería correspondido.
 

Vale la pena leer esta novela de Vargas Llosa, pues la historia es muy atractiva desde la primera página, pues incluye drama, tristeza, suspenso, erotismo e incluso tiene destellos de mucha ironía. 

Macario, de B.Traven


Por: Luis Fernando Vidal Mendoza

“B. Traven, el más oculto de los escritores ocultos”
Enrique Vila-Matas en Bartleby y compañía.

Nacido el 23 de febrero 1882 en Schwiebus/Brandenburgo Oriental, en Alemania, en 1924 inmigró a México, experiencia que lo dejó marcado, ya que la mayoría de sus obras transcurren en ese país y narran insurrecciones de oprimidos contra sus opresores con un estilo directo y sencillo, pero una gran sensibilidad antropológica, cultural, social y moral. Murió en el Distrito Federal el 26 de marzo de 1969
Leí este libro porque mi maestro de español de primero de secundaria siempre hablaba mucho sobre B. Traven  y me dio curiosidad leer alguna de sus obras.
Macario es una novela corta estructurada en tercera persona, que nos narra las desventuras de un hombre humilde y honesto que vive probablemente en la selva chiapaneca. Él es un leñador de esos que trabajan todo el día para poder llevar algo de comida a su casa. Vive en un pequeño jacal con su esposa y sus once hijos. Su único gran sueño es poder comerse un pavo entero él solo.
Su esposa trabaja limpiando ropa ajena y siempre junta algunos centavos que le sobran para poder cumplir el sueño de Macario. Después de tres años, logró comprar el pavo entero y consiguió una receta para poder cocinárselo de una manera exquisita. Una vez que lo cocinó, esperó que Macario regresara de su trabajo y mandó a los niños a dormir temprano para darle la sorpresa a su amado esposo.
Como él pensaba que alguno de sus vástagos se podía despertar al oírlo comer, ya que su casa era muy pequeña, decidió guardarlo.
En la mañana, en lugar de ir a trabajar, agarró su cántaro de agua y su pavo y se introdujo en lo más profundo del bosque para que nadie lo encontrara y pudiera degustar su alimento tranquilamente. Al llegar a un lugar en donde no creyó ser encontrado, buscó un tronco en el cual sentarse para comer, pero antes de siquiera poder darle un mordisco se le fueron apareciendo tres curiosos y simbólicos personajes.
El primero de ellos se veía cansado, de apariencia muy humilde, y le rogó a Macario si podía convidarle un pedazo de su pavo, pero él se negó sabiendo de la persona que se trataba. Cuando se fue, Macario está por comerse el pavo. De repente, llega alguien más.
El segundo personaje vestía un elegante traje de charro con hilos y botones de oro. Este sujeto lo chantajeó y le ofreció diversas cosas por un pedazo de aquel delicioso platillo, pero a pesar de todo, Macario se negó a darle un trozo y el ente se fue muy enfurecido.
Una vez que se desapareció el segundo personaje, agarró la pierna del pavo y, dispuesto a arrancarla para después morderla, apareció alguien más. Este tercer personaje llevaba puesta una túnica negra y se veía muy pálido, sus ojos completamente hundidos y vestía unos huaraches viejos y desgastados. Sin dudarlo accedió a compartir su pavo, así que agarró su machete y partió su cena en dos partes y así platicaron y comieron durante un buen rato y se hicieron amigos.
Al acabar de comer, el extraño visitante le preguntó la razón por la cual le había convidado de su manjar, si su mayor sueño era comérselo él solo, a lo que él le respondió  que  cuando éste se aparecía ya no habría nada más que hacer y convidándole podía disfrutarlo más tiempo.
Así es. Este personaje es la muerte, y entonces le dice que es muy listo y que en gratitud a que le convidó de su pavo le iba a dar un regalo, así que le obsequió una especie de agua mágica que le daría súper poderes curativos que lo llevarían a vivir muchas otras situaciones.

El tema principal de este libro es la pobreza del país en esa época, así como la importancia de la religión y el amor por la familia. Mientras que en un inicio se logra notar el egoísmo, tras no querer compartir las viandas con los demás, al final se ve el amor que les tiene, al evitar que sean deshonrados.


El Guardián entre el Centeno


Por: José Manuel Pérez Verdejo
Creo que el verdadero motivo que me llevó a leer este libro -escrito por J. D. Salinger- fue curiosidad, pues después de haber visto a mi padre interesarse tanto en él, me pareció agradable el poder leerlo. Investigué en internet lo referente al libro, obviamente sin leer un resumen o algo así, y lo que encontré me llevó a quererlo todavía más, sobre todo al saber que el asesino de John Lennon -Mark Chapman- y Charles Manson habían basado sus acciones delictivas en este libro.
Después de que lo leí, dudé llegar a ser algo así como un asesino.
El personaje principal, Holden Caulfield, es un adolescente al que acaban de expulsar por cuarta vez de un internado, y a lo que teme es a la reacción de sus padres al enterarse, así que huye de Pensilvania y se dirige a su hogar en Nueva York, con el poco dinero que tenia ahorrado.
El clímax del libro llega en la situación que se plantea Holden al llegar a su casa y encontrar a su hermana pequeña, demasiado lista para su edad, y ella le dice que su padre se enojará con la noticia, así que Holden se plantea esta curiosa metáfora acerca de lo que planea ser: “Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a dónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura”.
Creo que este planteamiento existencialista es el que nos muéstrala verdadera realidad de Holden, y la intención de Salinger al proponer este dilema.

Monstruo de Ojos Verdes, oscuros secretos



Por: Abril Rísquez Pérez

Monstruo de Ojos Verdes es la interesante novela de  Joyce Carol Oates -cuentista, autora teatral, editora, y crítica estadounidense-, nacida en Nueva York en 1938. Su obra generalmente maneja temas muy fuertes y algo violentos, pero vale la pena el descubrirlos.
Este libro cuenta la historia de la familia Pierson, aparentemente perfecta, narrada desde el punto de vista de  Francesca, apodada “Franky”, de catorce años de edad. Su padre, Reid Pierson es un exitoso ex deportista, que ahora trabaja en la televisión y su madre Krista Connor es una artista. Tiene una hermana de diez años llamada Samantha y un hermanastro más grande que ella, llamado  Todd.
Tras un intento de violación, al momento de defenderse, Franky descubre al monstruo de ojos verdes, el cual está dentro de ella. Éste es un tipo de acumulación de sus instintos, miedos y fortalezas, que le ayudará a enfrentarse a todos los problemas que pronto llegarán, comenzando con la separación de sus padres y más tarde la desaparición extraña de su mamá.
Las sospechas inician cuando su madre se esconde tras mangas largas y parece ocultar algo, además de que su padre suele estar más enojado cada día. A pesar de darse cuenta de la situación, Franky culpa a su progenitora de todo y aprueba la conducta de su papá.
El tema principal de la obra es la violencia familiar. Uno como lector puede ver la manera en que el personaje principal se va transformando psicológicamente tras todo lo que le va sucediendo, realizando juicios más acertados, además de que  la narración se realiza a partir de dos puntos de vista, dos formas de percibir la realidad: el de Franky y el de Krista.

Se los recomiendo, ya que a pesar de ser un tanto predecible, no deja de llenar con su  intriga, causada por el suspenso que presenta, y hacerte querer llegar al final, como lo debe hacer cualquier buen libro.

sábado, 12 de octubre de 2013

Aura, de Carlos Fuentes


   Por: Jorge Adrián Salinas Rodríguez
Carlos Fuentes nació de padres mexicanos en Panamá, el 11 de noviembre de 1928 y falleció a los 83 años en la Ciudad de México, el 15 de mayo de 2012. Su padre era diplomático, y pasó su infancia en diversas capitales de América: Montevideo, Río de Janeiro, Washington D.C, Santiago de Chile, Quito y Buenos Aires, ciudad a la que su padre llega en 1934 como consejero de la embajada de México. Los veranos los

pasó en la Ciudad de México, estudiando en escuelas para no perder el idioma y para aprender la historia de su país. Vivió en Santiago de Chile (1941-1943)5 y Buenos Aires en donde recibió la influencia de notables personalidades de la esfera cultural americana. Llegó a México a los 16 años y entró al bachillerato en el Colegio México de la capital. Se inició como periodista colaborador de la revista Hoy y obtuvo el primer lugar del concurso literario del Colegio Francés Morelos (hoy Centro Universitario México). Se graduó en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México y en economía en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra. En 1972 se convirtió en miembro de El Colegio Nacional: Fue presentado por el poeta Octavio Paz y su discurso de ingreso se tituló "Palabras iniciales". Se desempeñó como delegado de México en numerosos organismos internacionales y desde 1972 a 1976, como embajador de su país en Francia. Destacó como profesor en las universidades de Princeton y Columbia y catedrático en las de Harvard y Cambridge. Gran aficionado al cine, escribió varios guiones. Durante toda su vida colaboró en periódicos y revistas de ambos lados del Atlántico.
Una de sus obras más importantes es Aura, una novela corta, que  muestra personajes como la protagonista homónima (sobrina de Consuelo, una joven guapa y seductora, que siempre viste de verde, con ojos verdes, silenciosa y sumisa), a Felipe Montero (un joven historiador, inteligente y solitario que llega a trabajar a casa de una anciana misteriosa), a Consuelo, quien es una anciana de l05 años, la cual es viuda del general Llorente, y otros animales como un conejo, el macho cabrío, los pájaros, etc.
El libro nos cuenta la forma en la que un joven historiador, atraído por un muy buen sueldo, llega a una antigua casa en el centro histórico de la ciudad, antiguo e impenetrable. Felipe Montero es requerido para organizar y reescribir las memorias de un coronel francés que peleó y luchó en México. Consuelo, la viuda del coronel, y Aura, su sobrina, viven en esa casa. Felipe se impresiona con la belleza de la sobrina y decide quedarse. Empiezan a suceder cosas extrañas. Entre la realidad y la fantasía, Felipe vive un romance con Aura y está convencido de querer llevársela de allí. La anciana parece dominar a la sobrina y, además, ambas actúan de la misma forma. Felipe pierde el sentido de la realidad, entre los sueños y la vida diurna. Se percibe un ambiente de amor, miedo y melancolía.  
Lo más interesante es cuando Felipe descubre que él podría ser el esposo fallecido de Consuelo. La ruptura del equilibrio se da desde que Felipe entra a la casa, ya que se trata del inframundo.
Maneja temas muy polémicos, sobre todo en aquel tiempo: la brujería y el erotismo. Lo hace ver como las transformaciones que ha vivido México a través de los años y mezcla lo prehispánico con elementos de la colonia y lo moderno.

Me agradó mucho esta obra. El realismo mágico es un género literario muy interesante en opinión propia, por sus características que me atrapan como lector. Quizás el terror también me causó una sensación similar de curiosidad. 

Lejos de Veracruz, nostalgia hacia la vida


Por: José Luis Rangel Gasperín
La primera vez que escuché hablar de Enrique Vila-Matas, escritor español galardonado en 2001 con el Premio Rómulo Gallegos, fue aquella ocasión que vino a Xalapa durante el “Hay festival” y habló de una manera tan conmovedora –con una timidez todavía visible y aquel acento característico de los catalanes- sobre Pitol y “La ciudad de las flores”. “Si bien uno de mis autores preferidos es Sergio Pitol, Kafka es muy especial, y cuando vengo a Xalapa, de una u otra manera me lo mencionan, Kafka me persigue en Xalapa” expresó en aquella ocasión. Después de aquel evento, su nombre quedó en mi mente. No sabría sino mucho después, que al leerlo, su obra permanecería, como podría decir Cortázar, tatuada en mi memoria.   
Es, sin embargo, en Lejos de Veracruz donde nos presenta a un personaje que siempre estará acompañado por una sombra de fatalidad, como si su vida dependiera de ésta, como si fuese un componente indispensable. Otro fantasma lo persigue en su carrera: La luna de plata. Por esa razón, el susodicho Enrique Tenorio se ha prometido, escribiendo en un cuaderno de tres tucanes pintados, no volver nunca más a las playas de Veracruz.
A modo de dietario, el personaje se dedica a contar su historia.
Con una España en esos momentos franquista, nunca se podría pensar en un escenario con cielo azul. Los hermanos Tenorio –Antonio, Máximo y Enrique- tienen que sufrir, además de la atmósfera lúgubre de la dictadura española, la presencia de un déspota aún más injusto: Su padre.
Al crecer, Antonio Tenorio se fue acercando al campo literario, llegando incluso a conseguir un cierto éxito y buena recepción por sus libros. Máximo, azotado desde siempre por la figura del padre, que siempre le guardó un recelo sin razón aparente, mantuvo generalmente un carácter parco, volviéndose un pintor de “Esposas perfectas”. Y Enrique, el único sobreviviente de los Tenorio, se dedicó a viajar.
Sin embargo, es una de sus travesías la que le permite al personaje principal conocer el auténtico rostro de la miseria humana, la cara oculta de la vida misma. Es en la India donde, tras unos encuentros amorosos en un templo sagrado, Enrique sufre un accidente y le tienen que amputar el brazo. A partir de allí, la infamia comienza. 

Vila-Matas consigue, con esta narración, una situación bastante llamativa. En cierta manera, los personajes de Lejos de Veracruz se mantienen inmersos en una atmósfera frívola, completamente fatalista. Enrique Tenorio suele llegar en ocasiones al extremo de ser una especie de antítesis del Cándido de Voltaire,  ya que parecería como si fuese la desgracia y no el optimismo lo que aún le da ganas de vivir, lo que le permite mantenerse como es: Como un pobre y viejo manco.
A pesar de todo, Antonio y Máximo se suicidaron. Encontraron en el arte la mayor desolación, aquella forma de crear universos mágicos que no acaban sino en sus mentes, en el delirio de un dios completamente falible como lo puede ser un escritor o un dibujante. Hallaron el más grande de los tesoros, y fue su brillo el que acabó destruyéndolos. Enrique siempre tuvo la certeza de que a Máximo, el pintor empedernido, lo mataron. Un día, cuando él regresaba a Barcelona sin un brazo y con el espíritu completamente caído, se enteró que su timorato hermano se había mudado a la isla de Beranda con una caribeña conocida como Rosita Boom Boom Romero.
Al poco tiempo, se enteró que había muerto en el edén tropical.
Cuando llega Enrique al funeral, se da cuenta que acabaría enamorado para siempre de Rosita Romero. Acabaría amando hasta el fin a la mujer que asesinó a Máximo. Es entonces cuando él mismo se transforma en su mayor juez, culpándose de idolatrar a aquella mujer miserable que acabó con las esperanzas de los Tenorio.
¿Cómo acabará finalmente el cruento destino de Enrique, que estará para siempre destinado a escribir en un cuaderno de tres tucanes, amparado solamente por un brazo? ¿Por qué se suicidó Antonio? ¿A qué se debe esa nostalgia y esa furtiva aprensión a Veracruz, la tierra de la luna de plata? ¿Cuál fue la razón por la que el arte se volvió el verdugo de aquellos hermanos, destinados a la fatalidad desde pequeños?
Lo cierto es que Vila-Matas sí ha disfrutado sus estadías en “La ciudad de las flores” y eso lo podemos observar en la novela. Incluso llegó a escribir: “Fui a Xalapa como quien va a Comala”, expresando, con una simple frase, una ambigüedad que no nos permite saber si el español dice que los veracruzanos somos fantasmas, o formamos parte de un escenario memorable.
Vaya que Vila-Matas ha quedado tatuado en mi memoria.