domingo, 13 de octubre de 2013

El Guardián entre el Centeno


Por: José Manuel Pérez Verdejo
Creo que el verdadero motivo que me llevó a leer este libro -escrito por J. D. Salinger- fue curiosidad, pues después de haber visto a mi padre interesarse tanto en él, me pareció agradable el poder leerlo. Investigué en internet lo referente al libro, obviamente sin leer un resumen o algo así, y lo que encontré me llevó a quererlo todavía más, sobre todo al saber que el asesino de John Lennon -Mark Chapman- y Charles Manson habían basado sus acciones delictivas en este libro.
Después de que lo leí, dudé llegar a ser algo así como un asesino.
El personaje principal, Holden Caulfield, es un adolescente al que acaban de expulsar por cuarta vez de un internado, y a lo que teme es a la reacción de sus padres al enterarse, así que huye de Pensilvania y se dirige a su hogar en Nueva York, con el poco dinero que tenia ahorrado.
El clímax del libro llega en la situación que se plantea Holden al llegar a su casa y encontrar a su hermana pequeña, demasiado lista para su edad, y ella le dice que su padre se enojará con la noticia, así que Holden se plantea esta curiosa metáfora acerca de lo que planea ser: “Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a dónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura”.
Creo que este planteamiento existencialista es el que nos muéstrala verdadera realidad de Holden, y la intención de Salinger al proponer este dilema.

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